«Durante muchos años el aceite de palma fue considerado como promotor de riesgo cardiovascular, debido a su contenido de grasas saturadas. Sin embargo, la evidencia científica actual indica que el aceite de palma no aumenta los niveles de colesterol sanguíneo, debido a su contenido de: ácido oleico, el mismo ácido graso presente en el aceite de oliva, conocido como cardioprotector. El aceite de palma es fuente de vitamina A y Tocotrienoles, forma de vitamina E que, según la FAO, ha mostrado ser hasta 40 veces mejor antioxidante que los tocoferoles». Así lo explicó Alexandra Mondragón, Responsable del Proyecto Especial de Salud y Nutrición Humana de Fedepalma.