“Colombia tiene en la agroindustria de la palma de aceite un aliado para cumplir sus compromisos en Cambio Climático y lo que se requiere es el apoyo del Gobierno para desarrollar el potencial que al respecto tiene el sector, por lo cual las palabras del Presidente Santos en Naciones Unidas, nos generan las mejores expectativas”, expresó el Presidente Ejecutivo de Fedepalma, Jens Mesa Dishington.
“Colombia tiene en la agroindustria de la palma de aceite un aliado para cumplir sus compromisos en Cambio Climático y lo que se requiere es el apoyo del Gobierno para desarrollar el potencial que al respecto tiene el sector, por lo cual las palabras del Presidente Santos en Naciones Unidas, nos generan las mejores expectativas”, expresó el Presidente Ejecutivo de Fedepalma, Jens Mesa Dishington.
Bogotá, 24 de septiembre de 2014
Con gran entusiasmo recibió el sector palmero colombiano la intervención realizada ayer por el Presidente de la República, Juan Manuel Santos Calderón ante la plenaria de la Cumbre sobre el Cambio Climático en Naciones Unidas. Al respecto, el Presidente Santos señaló que “Colombia está altamente comprometida en afrontar el reto global del cambio climático. Nuestros esfuerzos son un deber ambiental, pero también los entendemos como un aporte a la competitividad del país y al crecimiento de nuestra economía”.
En ese sentido, el Presidente Ejecutivo de Fedepalma, Jens Mesa Dishington, expresó que “la palma de aceite en Colombia está comprometida con la sostenibilidad y tiene la posibilidad de contribuir al mejoramiento del medio ambiente ante los desafíos del Cambio Climático, pues es la materia prima para la producción del biodiésel de palma, biocombustible que reduce de manera considerable los Gases de Efecto Invernadero (GEI) al compararlo con diésel de petróleo (ACPM) y también tiene el potencial de generar energía eléctrica a partir de su biomasa y ampliar con ello el portafolio energético de país en energías renovables”.
Desde el año 2008, en Colombia, todos los vehículos con motores diésel consumen una mezcla de biodiésel con el diésel fósil. Esta mezcla alcanza actualmente hasta el 10% y es conocida como B10. Estudios adelantados por organizaciones internacionales con el apoyo del Ministerio de Minas y Energía y el Banco Mundial reconocen que el biodiésel de aceite de palma colombiano reduce en 83% las emisiones de GEI, cuando se lo compara con el diésel fósil. Esta reducción puede llegar inclusive hasta niveles de 108%, en los casos en los que se hace captura de metano en los sistemas de tratamiento de aguas residuales del proceso de producción de aceite de palma y este metano es también utilizado como combustible alternativo.
Por lo tanto, si el Gobierno Nacional establece una política clara de incrementos en el nivel de mezclas de biodiésel, esta agroindustria tiene la capacidad de suplir la demanda de aceite de palma que se requiere para atender una mezcla de 20% (B20), con la palma de aceite que ya está sembrada a lo largo de la geografía nacional.
El dirigente gremial manifestó que otra iniciativa en desarrollo en las plantas de extracción de aceite de palma es la generación de energía eléctrica renovable usando como combustible la biomasa resultante del proceso de extracción. Se ha calculado que el potencial del sector sería de alrededor de 300 MW, tomando como referencia las 63 plantas actualmente en operación, lo que equivale a una generación de energía similar a la producida por Urrá I. La energía cogenerada por la palmicultura se incluirá al sistema interconectado como energía limpia para mejorar la calidad de este recurso en las áreas rurales y reemplazará en las zonas no interconectadas el uso de diésel para generar energía, contribuyendo también a la reducción de GEI.
Mesa Dishington recalcó que esta iniciativa viene siendo impulsada por Fedepalma desde el año 2009, cuando Naciones Unidas aprobó para el sector palmero el proyecto Sombrilla para la reducción de emisiones de GEI en 32 plantas de beneficio del país bajo el Mecanismo de Desarrollo Limpio (MDL) del Protocolo de Kyoto. Este proyecto tiene la capacidad de reducir anualmente las emisiones de GEI del sector en 758 mil toneladas de CO2 equivalente. El metano capturado es utilizado para generar el 100% de la energía eléctrica requerida por las plantas de beneficio para el proceso productivo, con los significativos excedentes de energía ya mencionados.
Adicionalmente, llevar energía eléctrica sostenible a zonas no interconectadas reduciría la presión en la tala de bosques para generar energía en dichas zonas.
Sin embargo, la posibilidad de aprovechar el potencial del sector palmero en generación energía requiere del apoyo decidido por parte del Estado en materia de reglamentación y de incentivos y recursos que viabilicen la reconversión industrial necesaria para equipar las plantas extractoras con los elementos necesarios para generar energía eléctrica y la construcción de redes locales a fin de poder entregar la energía generada a los hogares de las regiones palmeras.