Más del 20% de los aceites que circulan en el mercado nacional son ilegales y los “limpian” con productos como clorox o harina.
Por: CONtexto ganadero
Uno de los principales usos de los aceites es la cocción de alimentos. Es bien sabida la necesidad de este producto, pero en la mayoría de los hogares se desconoce la procedencia del mismo, razón por la que sin saberlo puede estar exponiendo la salud de quienes lo consumen. (Lea: Descubra cuál aceite previene el cáncer y la diabetes)
“El consumir aceite reenvasado lo que genera es estar consumiendo un producto absolutamente contaminado. Por eso desde el Departamento de Microbiología de la Universidad Javeriana se hicieron 88 muestras entre aceites ilegales y legales, el resultado: 56 muestras tienen algún tipo de contaminación, entre ellos bacterias que se encuentran en la materia fecal. Al final, lo que la gente termina consumiendo, sin saberlo, es un producto que le genera daños a su salud, como afecciones estomacales o cáncer de estómago, tumores cerebrales, infartos, entre otros”, explicó Mario Soto, director ejecutivo de la Asociación de Industriales de Aceites y Grasas Vegetales Comestibles.
Por su parte, Daniela Sarmiento Gutiérrez, analista del Proyecto Especial de Salud y Nutrición Humana de Fedepalma y Cenipalma, indicó que científicamente se ha demostrado que los aceites reutilizados forman compuestos parcialmente hidrogenados, denominados como ácidos grasos trans, que son perjudiciales para la salud de los consumidores. “Las grasas trans disminuyen el colesterol bueno y aumentan el malo, elevan las concentraciones de triglicéridos y están relacionadas con el riesgo de padecer un infarto de miocardio”, aseguró.
La explicación se debe a que en los últimos años la industria de aceites y grasas comestibles ha venido enfrentado el crecimiento de una industria ilegal, dedicada al reenvase de aceites líquidos, situación que viola de manera sistemática todas las normas que rigen no solo la manipulación de alimentos en Colombia sino también las obligaciones tributarias, laborales, de seguridad y de protección al consumidor, que debe cumplir cualquier empresa legal en el país poniendo en grave riesgo la salud de los consumidores colombianos. (Lea: Aceites de contrabando, un riesgo para los consumidores)
Según Soto, la tendencia que se ha dado en los últimos años es que los consumidores se dirigen hacia las tiendas vendedoras del aceite y reenvasan el producto, “la gente, muchas veces por desconocimiento ofrece el producto que no tiene algún control y eso es lo que termina haciendo es que los consumidores compren a bajo costo y más allá de eso, terminan estafando a quien lo compra”.
Para Asograsas, al tomar como referencia la estructura de mercado que muestra las cifras de Nielsen, se estima que la ilegalidad pasó de representar el 6% del mercado en el año 2005, al 12% en el año 2008, aumentó al 16% en el primer semestre del 2009 y hoy día este mercado negro alcanza el 30% del consumo en algunas zonas del país.
Frente a esto, el Gobierno ha venido realizando una estrategia integral de sensibilización en unión con el Ministerio de Comercio, Industria y Turismo que tuvo como plan piloto Bogotá, para combatir la ilegalidad, la informalidad y controlar el comercio de productos que incumplen la normatividad sanitaria y que representan un riesgo para la salud de los consumidores.
“Celebramos esta iniciativa, es importante que en todas las ciudades del país que están siendo afectadas por este flagelo se emprendan acciones similares para proteger la integridad y la salud de los colombianos” sostuvo Ángela María Orozco, presidente de Asograsas. (Lea: El contrabando tiene el 30% del mercado de aceites en Colombia)
Como piloto en Bogotá se implementó la estrategia de formación de 250 funcionarios de las Empresas Sociales del Estado de la Secretaría Distrital de Salud, en la observancia del Reglamento Técnico de Grasas y Aceites Comestibles, Resolución 2154 de 2012, expedida por el Ministerio de Salud y Protección Social, y se ha complementado con divulgación de prácticas de consumo saludable a comerciantes, tenderos y amas de casa.
Tipos de aceites ilegales
Los resultados del estudio mostraron las categorías en que se dividen los aceites ilegales: aceites contaminados, aceites alterados, aceites falsificados y aceites adulterados.
“Debido a la dificultad para reconocer un aceite ilegal a simple vista, es importante que los consumidores compren aceites en lugares confiables, que tengan en cuenta que las tapas y las franjas de seguridad estén en perfecto estado, que adquieran el producto de marcas reconocidas, eviten comprar a granel en envases usados o envases de otros productos”, expresó Orozco. (Galería: ¿Por qué no consumir lo propio, como el aceite de palma?)
Para Soto, “el aceite reenvasado, si bien puede tener la ‘claridad’ que otros aceites tienen en el mercado, mucha veces lo debe a que usan clorox para decantarlo, dividiendo lo oscuro, luego terminan cogiendo esa parte y la venden”.
Lo que se puede hacer con el aceite usado
El director ejecutivo de Asograsas indicó en diálogo con CONtexto ganadero que los consumidores pueden envasar el aceite usado, ponerlo en la basura, o también llevarlo a sitios especializados, dado que estos residuos pueden ser usados como biocombustibles o jabones.