André Drenth, Ph.D de la Universidad de Queensland y David Guest, Ph.D de la Universidad de Sydney, Australia, expusieron a los asistentes a la XI Reunión Técnica las teorías acerca del ciclo de la enfermedad y el manejo integrado de la Pudrición del cogollo causada por la Phytophthora palmivora en la palma de aceite.
André Drenth, Ph.D de la Universidad de Queensland y David Guest, Ph.D de la Universidad de Sydney, Australia, expusieron a los asistentes a la XI Reunión Técnica las teorías acerca del ciclo de la enfermedad y el manejo integrado de la Pudrición del cogollo causada por la Phytophthora palmivora en la palma de aceite.
Según André Drenth son diversos los síntomas que se pueden identificar, entre los cuales se destacan: colapso de la flecha, detenimiento en la producción de hojas, necrosamiento de apices de folíolos y mordiscos de tiburón; lesiones sobre los folíolos* de la flecha; decoloraciones en el cogollo; mordiscos en forma de V en los folíolos inmaduros de las flechas enfermas, entre otros.
Para el investigador australiano, la Phytophthora palmivora es la responsable de la enfermedad como patógeno primario, seguido por hongos y bacterias: “Hay que tener en cuenta que las palmas afectadas por la Pc atraen insectos que ayudan en su diseminación y que la enfermedad también puede ser diseminada entre plantas por esporangios”.
Por su parte, David Guest hizo énfasis en la presencia de la Phytophthora palmivora en el suelo y las raíces, y expuso su teoría de cómo llega a la parte aérea de la palma. Su hipótesis (aún por confirmar) explica que es un insecto llamado tettigonidae el encargado de llevar el agente causal del suelo a la parte alta de la palma.
Para Guest, contar con genotipos con resistencia, utilizar material libre de enfermedades en las
siembras, implementar medidas fitosanitarias y prácticas de higiene, tener un suelo sano y el uso de fungicidas, son algunas de las herramientas más útiles en el manejo de la enfermedad.
Otro de los puntos más importantes de su presentación fueron las medidas del manejo de vivero. “Las condiciones en el vivero son muy favorables para el desarrollo de una epidemia y sus plantas pueden llevar la enfermedad al campo, por eso es necesario implementar buenas prácticas en este espacio”, afirmó Guest.
Entre las medidas de manejo de viveros destacó: implementación de bancos elevados, uso de sustratos que no contengan suelo, uso de agua de riego libre de patógenos, estrictas medidas sanitarias, y la no utilización de fungicidas sistémicos.
Finalmente, Guest destacó el trabajo hecho por Cenipalma en el desarrollo de estrategias de manejo de la enfermedad. En este sentido, afirmó que en el campo de la investigación, la prioridad debe estar dirigida a: la bioseguridad, vigilancia y detección temprana, mejorar la agronomía y todas las medidas sanitarias, optimizar el tratamiento con fungicidas, tamizaje de los mejores genotipos; y a mejorar la capacitación de los investigadores y los extensionistas.