La empresa tiene instalada toda una infraestructura que beneficia el medioambiente.
La empresa tiene instalada toda una infraestructura que beneficia el medioambiente.
El modelo de producción sostenible es la nueva ‘carta de presentación’ de la compañía Aceites Manuelita.
Este fue puesto en marcha desde el 2010, con el desarrollo de proyectos que buscan reducir la presión sobre el medioambiente y el entorno donde tiene ubicados sus procesos agroindustriales.
Precisamente, en este municipio del departamento del Meta está logrando el uso eficiente de los recursos naturales disponibles, produciendo biocombustibles que aporten en el mejoramiento de la calidad del aire y la mitigación de los efectos del cambio climático.
Esta, precisamente, es la estrategia de trabajo de la hacienda Yaguarito, en San Carlos de Guaroa, donde la empresa tiene 6.400 hectáreas cultivadas con palma aceitera y opera una planta de producción de biodiésel, con capacidad de 120.000 toneladas anuales.
Además de sus áreas cultivadas y la planta de biocombustibles, para sus procesos, Manuelita cuenta con una planta de fertilizantes orgánicos, un sistema de control de emisiones atmosféricas, y un mecanismo de captura y aprovechamiento de biogás.
La primera incorpora los residuos y subproductos orgánicos de los procesos productivos de las plantas, extractora y de biodiesel, transformándolos en materiales biológicamente estables que puedan utilizarse como bioabono para los cultivos.
En las calderas utilizadas, desde junio pasado maneja un sistema de control de emisiones atmosféricas (filtros de mangas) que remueven el material particulado generado en el proceso de combustión.
Ahora, con el fin de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero generados por la degradación de los vertimientos de la planta extractora y de biodiésel, la empresa implementó un nuevo sistema de captura y aprovechamiento de biogás.
Para esto, construyó dos lagunas que permiten la captura de hasta 5 millones de metros cúbicos de metano al año.
Estas nuevas lagunas permiten capturar del biogás generado durante la degradación de la materia orgánica, impidiendo que estas vayan a la atmósfera o a los cuerpos superficiales de agua de su zona de influencia.
En segundo lugar, aprovecharlo para la generación de energía eléctrica y térmica; de esta forma, la empresa está reduciendo la dependencia de los combustibles fósiles.
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