La palma volvió a sembrarse en Tumaco y con ella renace la esperanza de una vida mejor. Este es el sentir del pequeño palmicultor Julio Sevillano Rodríguez, gerente de Palmasur SAT, quien dice “sí a lo lícito y sí a la paz pero con empleo digno y comida para llevar a la casa”.
Por: Agricultura & Ganadería
Un llamado urgente al Gobierno Nacional para que agilice el desembolso de un crédito adicional dirigido a un grupo de pequeños productores de palma de aceite en Tumaco, Nariño, cuyos cultivos ya alcanzan las 838 hectáreas y actualmente inician su etapa productiva, es lo que planteó Julio Sevillano Rodríguez, Gerente de Palmasur SAT, Palmeros del Pacífico Sur. Al mismo tiempo señaló que, para el caso de aquellos campesinos que están pendientes de volver a sembrar palma, es imperativo que se entreguen los recursos, o de lo contrario se perderá todo el esfuerzo e impulso para continuar con el proceso de renovación.
Circunstancias como narcotráfico, guerrilla, paramilitarismo, bacrim, fenómenos naturales como la avalancha del río Mira en 2009 y el embate de la enfermedad Pudrición del Cogollo (PC), que entre 2004 y 2006 acabó con 34.000 hectáreas sembradas en palma de aceite, son parte de los males que han azotado a Tumaco en su historia reciente y que han contribuido a incrementar la inseguridad en la zona y a ahondar la extrema pobreza de un municipio con más de 180.000 habitantes según la actualización del último censo.
Los tumaqueños reclaman más oportunidades de trabajo, seguridad, mayor pie de fuerza y presencia por parte del Estado, pero especialmente el derecho a trabajar y ganarse la vida dignamente en actividades lícitas y por ello “no mendigamos ni pedimos regalado, pero sí solicitamos ayuda para avanzar hacia la reactivación económica de Tumaco donde se han logrado renovar 17.000 hectáreas en palma de aceite entre grandes, medianos y pequeños cultivadores”, expuso el líder palmicultor, quien dijo con vehemencia que el caso es crítico porque necesitan llevar el sustento básico a sus familias, en un escenario donde la falta de educación es alarmante y la desnutrición crónica en los niños sigue rampante.
En este contexto, Gabriel Martínez Peláez, Director de Asuntos Institucionales de Fedepalma, explicó a la prensa internacional, nacional y local que acompañó una reciente visita a la zona, que cuando sobrevino la PC en la región, se perdieron más de 10.000 empleos directos e indirectos por la enfermedad y que ahora con las nuevas siembras en palma de aceite, el empleo formal vuelve a dinamizarse, toda vez que las empresas del sector palmicultor cumplen estrictamente con sus trabajadores en el pago de prestaciones sociales, seguridad social, ARP y parafiscales. Cabe anotar que, según el Dane, el desempleo en Tumaco superó el 72%, mientras en Colombia se ubicó en 10,8%.
Martínez Peláez argumentó que las entidades crediticias han tardado en entender que Tumaco, por las condiciones particulares que tiene, de inseguridad y pobreza, requiere de un tratamiento más flexible con periodos de amortización diferente y tasas de interés más bajas, y que la expectativa es que las solicitudes de crédito que cursan actualmente se puedan resolver pronto y favorablemente y así lleguen los esperados recursos que faciliten el impulso de la actividad palmera y por ende generen más empleo, desarrollo y estabilidad.
A su vez, Sevillano Rodríguez subrayó que se trata de hacer patria a través del cultivo de la palma, cuyo segmento de pequeños beneficia a 600 personas, agrupadas en 155 familias. Así mismo, Carlos Alberto López, Coordinador Técnico de Viveros de Cordeagropaz, Corporación para el Desarrollo Agroempresarial de Tumaco, indicó que en la actualidad hay tres proyectos para 1.000 hectáreas y que el objetivo era que mientras se desarrollaba el vivero, llegaban los recursos necesarios, lo cual no ocurrió porque 2013 terminó sin lograrlo.
Comentó que en 2009 se inició la renovación con material híbrido, impulsada por grandes, medianas y pequeñas empresas, con el apoyo de Fedepalma y Cenipalma, y que del total de los créditos entregados, se asignaban, en ese momento, $7.500.000 por hectárea para los pequeños palmicultores, cuando por cada una se requieren mínimo $12.350.000, dado que el proceso de polinización que demanda el nuevo cultivo precisa de esta inversión para conseguir resultados óptimos.
La mujer cabeza de familia lidera el Empleo
Pero detrás de cada crisis y mayores dificultades, también aparecen oportunidades. Así lo expresó Zaida Liliana Rangel Rodríguez, Directora Administrativa de Palmeiras Colombia S.A., quien enfatizó que las labores de polinización asistida fueron la oportunidad perfecta para generar en esa empresa empleo directo a 80 personas, de las cuales 52 corresponden a mujeres emprendedoras, madres cabeza de familia, que representan 65% de este personal especializado.
Rangel Rodríguez dijo que a Palmeiras llegó la PC en forma demoledora en 2007 y arrasó con todo. “Teníamos dos plantas extractoras produciendo aceite crudo de palma, ahora contamos con una y hemos renovado 1.470 hectáreas. Fue un golpe duro dejar sin empleo a 700 personas, hoy hemos reenganchado 50% del personal de esa época”.
¡A cedular las Palmas!
No obstante, en esta nueva palmicultura no solo se ha puesto corazón, también tecnología; es el caso de Clickpalm, un desarrollo innovador, aplicado al cultivo de la palma, del cual es pionero Palmeiras Colombia S.A., orientado a buscar eficiencias que permitan hacer un seguimiento directo a la labor en campo, considerando cada palma como una unidad productiva.
Consiste en una pequeña tarjeta que se coloca en cada palma, y en cuyo interior hay un chip que facilita monitorear las labores del recurso humano en tiempo real y con un alto grado de confiabilidad, explicó Esteban Burbano Eraso, Jefe de Polinización y Sistema VOT.
Así, por vía satelital y por medio de una plataforma web, se puede ver el mapa desde cualquier parte del mundo. Es un proyecto que comenzó en Tumaco a nivel mundial, “iniciamos un plan piloto en dos lotes y ya estamos extendiéndolo a varias plantaciones de la zona, es una innovación que sin duda va a trascender y que consiste en darle una cédula a cada palma”.
El reverdecer de la palma apoya el tema Social
A su turno, Eduardo Correa, Representante legal de Oleaginosas Salamanca, contó cómo un grupo de inversionistas del Valle del Cauca, “enamorados de Tumaco, se decidieron a sembrar palma de nuevo, luego de la muerte de toda su plantación. Otros hubieran salido corriendo pero ellos no, decidieron apostarle al híbrido OxG y es así como en una extensión agrícola de 3.000 hectáreas, ya se han renovado 1.400 hectáreas, que representan el reverdecer de la palma y de lo social, porque en la medida en que tengamos trabajo para la gente, esa mano de obra estará lejos de las actividades al margen de la ley, que son un verdadero flagelo para la región”, dijo el directivo.
Expuso que el proceso ha sido lento y “ya tenemos alrededor de 250 personas vinculadas a Salamanca y esperamos llegar a los 1.200 trabajadores que teníamos antes, cifras que demuestran la incidencia que tuvo la terrible enfermedad en la zona”, al tiempo que aclaró que aunque no puede hablarse de producción plena, las expectativas sí tienen mayor alcance que con el cultivo anterior, no solo por la calidad del aceite que se obtiene sino por el rendimiento mismo que han mostrado las plantas en la zona.
Faltan 17.000 hectáreas por renovar en Tumaco y en su mayoría corresponden a medianos y pequeños palmicultores y así mismo hay gran interés en los jóvenes por participar en el cultivo.
El reto ahora es tener los recursos necesarios con los cuales avanzar en la reactivación económica de la zona, apoyados en una nueva palmicultura; entendiendo que previamente, se debe proceder a la erradicación total de las palmas enfermas, en una extensión de 7.000 hectáreas.
Al respecto, en visita reciente a Tumaco, el Presidente Ejecutivo de Fedepalma, Jens Mesa Dishington expresó: “somos amigos del Gobierno y de la institucionalidad pero a veces uno siente que no se quieren dejar ayudar y es quizá porque las prioridades para esta zona no han estado donde deben estar, por ejemplo en los temas de seguridad, ya que con paños de agua tibia no se va a superar y hay que tener en cuenta que si la zona es irregular, todo lo productivo hay que ponerlo bajo un plan especial, económico y social excepcional, porque los niveles de riesgo de trabajo en la región son sumamente altos. Es urgente un programa de Gobierno robusto, claro, orientado a generar empleo, ingresos para la región y a contrarrestar el narcotráfico”.
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