La palma ha vuelto a sembrarse en Tumaco y con ella renace la esperanza de una vida mejor. Este es el sentir del pequeño palmicultor Julio Sevillano Rodríguez, gerente de Palmasur SAT, quien dice “sí a lo lícito y sí a la paz pero con empleo digno y comida para llevar a la casa”.
La palma ha vuelto a sembrarse en Tumaco y con ella renace la esperanza de una vida mejor. Este es el sentir del pequeño palmicultor Julio Sevillano Rodríguez, gerente de Palmasur SAT, quien dice “sí a lo lícito y sí a la paz pero con empleo digno y comida para llevar a la casa”.
Un grupo de pequeños palmicultores lograron créditos en 2009 para renovar con material híbrido OxG, tolerante a la enfermedad de la Pudrición del Cogollo, y todas las familias que participan en el proyecto han hecho esfuerzos titánicos en aportes de capital de trabajo, pero urgen recursos adicionales, que vienen reclamando en los últimos tres años, para responder a las necesidades del cultivo y a las obligaciones financieras.
Tumaco, 26 de marzo de 2014
Un llamado urgente al Gobierno Nacional para que agilice el desembolso de un crédito adicional dirigido a un grupo de pequeños productores de palma de aceite en Tumaco, Nariño, cuyos cultivos ya alcanzan las 838 hectáreas y actualmente inician su etapa productiva, es lo que planteó Julio Sevillano Rodríguez, Gerente de Palmasur SAT, Palmeros del Pacífico Sur. Al mismo tiempo señaló que, para el caso de aquellos campesinos que están pendientes de volver a sembrar palma, es imperativo que se entreguen los recursos, o de lo contrario se perderá todo el esfuerzo e impulso para continuar con el proceso de renovación.
Circunstancias como narcotráfico, guerrilla, paramilitarismo, bacrim, fenómenos naturales como la avalancha del río Mira en 2009 y el embate de la enfermedad Pudrición del Cogollo (PC), que entre 2004 y 2006 acabó con 34.000 hectáreas sembradas en palma de aceite, son parte de los males que han azotado a Tumaco en su historia reciente y que han contribuido a incrementar la inseguridad en la zona y a ahondar la extrema pobreza de un municipio con más de 180.000 habitantes según la actualización del último censo.
Los tumaqueños reclaman más oportunidades de trabajo, seguridad, mayor pie de fuerza y presencia por parte del Estado, pero especialmente el derecho a trabajar y ganarse la vida dignamente en actividades lícitas y por ello “no mendigamos ni pedimos regalado, pero sí solicitamos ayuda para avanzar hacia la reactivación económica de Tumaco donde se han logrado renovar 17.000 hectáreas en palma de aceite entre grandes, medianos y pequeños cultivadores”, expuso el líder palmicultor, quien dijo con vehemencia que el caso es crítico porque necesitan llevar el sustento básico a sus familias, en un escenario donde la falta de educación es alarmante y la desnutrición crónica en los niños sigue rampante.
En este contexto, Gabriel Martínez Peláez, Director de Asuntos Institucionales de Fedepalma, explicó a la prensa internacional, nacional y local que acompañó una reciente visita a la zona, que cuando sobrevino la PC en la región, se perdieron más de 10.000 empleos directos e indirectos por la enfermedad y que ahora con las nuevas siembras en palma de aceite, el empleo formal vuelve a dinamizarse, toda vez que las empresas del sector palmicultor cumplen estrictamente con sus trabajadores en el pago de prestaciones sociales, seguridad social, ARP y parafiscales. Cabe anotar que, según el Dane, el desempleo en Tumaco superó el 72%, mientras en Colombia se ubicó en 10,8%.
Martínez Peláez argumentó que las entidades crediticias han tardado en entender que Tumaco, por las condiciones particulares que tiene, de inseguridad y pobreza, requiere de un tratamiento más flexible con periodos de amortización diferente y tasas de interés más bajas, y que la expectativa es que las solicitudes de crédito que cursan actualmente se puedan resolver pronto y favorablemente y así lleguen los esperados recursos que faciliten el impulso de la actividad palmera y por ende generen más empleo, desarrollo y estabilidad.
A su vez, Sevillano Rodríguez subrayó que se trata de hacer patria a través del cultivo de la palma, cuyo segmento de pequeños beneficia a 600 personas, agrupadas en 155 familias. Así mismo, Carlos Alberto López, Coordinador Técnico de Viveros de Cordeagropaz, Corporación para el Desarrollo Agroempresarial de Tumaco, indicó que en la actualidad hay tres proyectos para 1.000 hectáreas y que el objetivo era que mientras se desarrollaba el vivero, llegaban los recursos necesarios, lo cual no ocurrió porque 2013 terminó sin lograrlo.
Comentó que en 2009 se inició la renovación con material híbrido, impulsada por grandes, medianas y pequeñas empresas, con el apoyo de Fedepalma y Cenipalma, y que del total de los créditos entregados, se asignaban, en ese momento, $7.500.000 por hectárea para los pequeños palmicultores, cuando por cada una se requieren mínimo $12.350.000, dado que el proceso de polinización que demanda el nuevo cultivo precisa de esta inversión para conseguir resultados óptimos.
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