De eso se trata un ambicioso proyecto que trabaja en la Federación Nacional de Cultivadores de Palma, Fedepalma, con el acompañamiento del Instituto Alexander von Humboldt y WWF.
Fuente: Vanguardia Liberal
Puede ser un cultivo de amplias áreas, pero la conservación de la biodiversidad es constante.
De eso se trata un ambicioso proyecto que trabaja en la Federación Nacional de Cultivadores de Palma, Fedepalma, con el acompañamiento del Instituto Alexander von Humboldt y WWF.
De acuerdo con Jens Mesa Dishington, presidente ejecutivo de Fedepalma, para tal fin se cuenta con financiación del Fondo para el Medio Ambiente Mundial de Naciones Unidas por US $4.25 millones y una contrapartida local de más de US$14 millones.
Según el directivo, esa cruzada ambiental en la actividad palmicultora también involucra al Minambiente, Ideam, Parques Nacionales, Minagricultura y cuatro Corporaciones Autónomas Regionales.
Según Mesa Dishington, “nuestro principal interés es que la agroindustria de la palma de aceite sea eficiente, competitiva y sostenible. Para ello, buscamos lograr mayor armonía entre los sistemas productivos y los ecosistemas naturales que les proveen bienes y servicios ambientales”.
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