De la coca a la palma de aceite
Un poco de sus inicios en el cultivo
Francisco Mejía inició su vida productiva siendo pescador, luego paso a ser coquero y hace 23 años entró al cultivo de palma, renovando su vida, su economía y familia ya que con la palma no hay problemas con las autoridades, todo es legal y hay formalidad en el campo colombiano. ” Desde que llegó la palma a San Pablo la economía es pura palma y ha sido la mejor economía que ha tenido nuestro pueblo”.
Gracias al apoyo de Fedepalma, Cenipalma y las extractoras del Sur de Bolívar, Francisco fue uno de los 25 palmicultores certificados por las normas Fedepalma NE001 y NE002 en la categoría de pequeña y mediana escala en 2023, haciendo parte de la asociación Promoagrosur, vinculados al Núcleo Palmero de la Extractora Loma Fresca Sur de Bolívar S. A. S., y Palmas de Bellavista.
Un poco de sus inicios en el cultivo
Jefferson es hijo de campesinos criado en ciudad por lo que no sentía amor por el tema del campo, luego de un tiempo regresan a la finca comprada por su madre quien tenia siembra de palma y empieza a capacitarse y cogerle amor al cultivo, lo que lo convierte en un palmero de segunda generación de San Pablo, sur de Bolívar.
Es un caso de éxito porque…
Gracias a los empresarios que llegaron en el 2007 al municipio, los ingresos de la palma se quedaron en el sur de Bolívar, lo que les ha permitido llegar a grandes escalas, entre ellas la certificación de APSCO, un certificado que le abre las puertas al aceite de palma en el mundo por sus registros de sostenibilidad. El proceso tardó un poco pero todo fue un conjunto de personal quien contribuyó con esto, los técnicos, el núcleo y cada uno de los productores que decidieron aunar esfuerzos para que este resultado fuera posible.
Conozca más detalles de su historia en el siguiente video: https://youtu.be/98MRECX7H6I